KWR Consejero Internacional #10 Agosto 2001
EL CONSEJERO INTERNACIONAL
Agosto 2001 Volumen 3 Edición 4
Traducido por Foros
Empresariales de Mexico
(ver la edición en ingles)
En esta edición:
Editor: Dr. Scott B. MacDonald, Sr. Consultant
Deputy Editor: Dr. Jonathan Lemco, Director and Sr. Consultant
Associate Editors: Robert Windorf, Darin Feldman
Publisher: Keith W. Rabin, President
Web Design: Michael Feldman, Sr. Consultant
Escritores en esta edición: Keith W. Rabin, Scott B. MacDonald, Jonathan Lemco, Rusell L. Smith, Georges A. Fauriol
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La
Economía de EE. UU. La Confianza del consumidor: un lento deterioro
o un rápido deceso?
Por Scott B. MacDonald
En la cena trimestral del Club Hágalo Barato, se reúne un grupo de inversionistas y consultores de ingresos fijos. Se lanza la pregunta: ¿Se deslizará la economía de EE.UU. hacia una recesión?. El grupo se divide, cinco creen que habrá una recesión y cinco que Estados Unidos escapará por un estrecho margen a una recesión técnica. A pesar de esa diferencia, todos analizan la condición actual de la economía de EE.UU. y consideran a las condiciones como malas y con probabilidades de deteriorarse más antes de empezar a mejorar. Además, existe un fuerte consenso de que la Reserva Federal bajará las tasas de interés otros 25bps en la XXIV Asamblea de la FOMC (Federal Open Market Committee Comité Federal de Libre Mercado) de agosto. Todos concuerdan en que, la clave de la economía sigue siendo la habilidad de los consumidores norteamericanos para mantenerse a flote.
Desde esa reunión en junio, los resultados del segundo trimestre para la tasa real de crecimiento del PIB llegaron a un 0.7%. Los nuevos reportes indican que la confianza del consumidor está empezando a enfriarse. Como ya hemos establecido antes el consumidor sigue siendo el principal apoyo para la economía de Estados Unidos. Retiren al consumidor de la ecuación y la economía estará definitivamente en una recesión. La cuestión crítica es, si el enfriamiento de la confianza del consumidor será un deterioro lento (que le permite al resto de la economía recuperar su equilibrio hasta que otros factores ayuden a estimular el crecimiento) o si será una rápida caída hacia el precipicio (que excluye el último apoyo principal para el crecimiento económico de EE. UU.)?
El Comité de la Conferencia reportó que la confianza del consumidor en los Estados Unidos disminuyó en julio, cuyo principal índice cayó a 116.5, después de haber presentado incrementos en los dos meses anteriores. De acuerdo a Lynn Franco, director del Centro de Investigación del Consumidor del Comité de la Conferencia: "El descenso moderado en la confianza significa que habrá una desaceleración en el crecimiento económico más adelante." El índice del Comité de la Conferencia está basado en una encuesta mensual de unos 5,000 hogares norteamericanos y es considerado un indicador importante debido al hecho de que el gasto del consumidor es responsable de dos tercios de la actividad económica de la nación.
Tomamos tres puntos del reporte del Comité de la Conferencia. Primero, la larga lista de despidos corporativos y de malos resultados en los ingresos, finalmente está teniendo un impacto que se refleja en los resultados de julio. En particular, los consumidores que describieron a las condiciones como buenas bajaron a un 28.3% en julio de 28.9% que tenían en junio, mientras que los que calificaron como malas a las condiciones económicas se elevaron a 14.4% de 12.2% (ningún vaivén masivo, pero sí un movimiento en la dirección).
Segundo, el consumidor de Estados Unidos se niega a rendirse al pesimismo. Aunque han aumentado las preocupaciones acerca del medio ambiente económico, el Comité de la Conferencia también reportó un optimismo cauteloso respecto a que la economía repuntaría a finales del 2001. Como comentó un observador: "Los consumidores están relativamente desanimados por las débiles ganancias corporativas, los despidos masivos, los desplomes de los mercados financieros y el crecimiento anémico que ha azotado a la economía desde el segundo semestre del año pasado."
Reforzando lo que alguno puede considerar un "optimismo irracional" del consumidor, el Departamento del Comercio de los Estados Unidos, lanzó otro reporte a finales de julio. Este reporte indica que el gasto del consumidor aumentó en un 0.4% (más grande de lo esperado) en junio, después del 0.3% de mayo.
Tercero, la tendencia de disminución moderada en la confianza del consumidor puede reforzar la tendencia de la Reserva Federal de bajar las tasas de interés otra vez en su XXIV Asamblea del FOMC. Esperamos un recorte del 25 bps y la mayoría de los economistas en Wall Street comparte está visión. A pesar de que las bajas tasas de interés por sí mismas no van a cambiar la economía, sí ayudan a establecer el trabajo de campo para una eventual recuperación.
Otro tema que dirige la atención al debate del consumidor es las cada vez más frecuentes bancarrotas y el aumento de las amortizaciones de las tarjetas de crédito. Standard & Poor publicó un reporte a finales de julio que mencionó que: "La desaceleración económica está presionando a los consumidores muy endeudados hacia los desfalcos y las bancarrotas. A pesar de que la mayoría de los americanos tienen una buena salud financiera, en parte gracias al calendario del mercado de valores de finales de los 90´s, mucha gente pidió más dinero prestado del que podían pagar." La agencia de clasificación espera un incremento del 20% en las bancarrotas de los consumidores en el 2001 y un aumento en las cuentas por cobrar de las tarjetas de crédito a un 6.6% en el 2001 y un 6.9% en el 2002 de 5.6% en el 2000. Sin embargo, a pesar de estos datos, el reporte también indica que: "Estas estimaciones asumen que la economía se escapa de la recesión." Una recesión elevaría las tasas de amortización a 7.5% en 2001 y 7.8% en el 2002. Hasta ahora Standard & Poor no está declarando una recesión.
Sin tomar en cuenta estos últimos y frecuentemente conflictivos reportes, creemos que la confianza del consumidor está pasando por un deterioro lento, no por un rápido deceso. Aunque existe una considerable matanza en la economía, la mayoría permanece esperanzada de que las cosas mejorarán. Nosotros sí admitimos que las ganancias corporativas del tercer trimestre serán malas, el desempleo continuará aumentando y el crecimiento real del PIB muy probablemente disminuirá hasta quedarse en casi 0 (0.3%). Esto sería el tiro de gracia para la confianza del consumidor. Aún así, también observamos un proceso de reestructuración y de disminución del endeudamiento corporativos, precios más realistas de las acciones y una considerable menor base de inventarios. Esto puede provocar que el cuarto trimestre empiece a tener una débil recuperación, que deberá continuar en el 2002. Sin embargo, advertimos que no observamos ninguna recuperación dramática hacia un fuerte crecimiento económico, sino un PIB real de alrededor del 2% en el 2002. El mensaje es simple si usted no quiere que se presente una recesión, ¡váyase de compras!
¿Qué paso con el consenso del Libre Comercio? ¿Por qué importa?
Por Rusell L. Smith, Willkie Farr & Gallagher
Washington, D.C. - Para algunos observadores del comercio con buena memoria el actual debate sobre "la autoridad de la promoción del comercio," nublada con bastante demagogia sobre ciertos temas en específico desde el acero hasta el bagre, está produciendo una actitud desagradable y algunas serias preocupaciones acerca del futuro del libre comercio. El problema no es que las fuerza del proteccionismo y el nacionalismo económico estén buscando detener o restringir severamente el liderazgo económico internacional de los Estados Unidos. Las políticas modernas del comercio han estado bajo presión desde 1980, cuando el candidato presidencial John Connally amenazó con dejar las importaciones japonesas referentes a automóviles y televisores fuera del país. Más allá de eso, América ha pasado sucesivas tendencias de demanda cuotas para autos, acero y textiles, así como toda clase de aberrantes regulaciones "anti-extranjero" que pueda imaginarse. El problema, es que esas fuerzas están ganando.
Hasta principios de los noventa, las confrontaciones comerciales se resolvieron de una manera cómoda y predecible. Existía una fuerte coalición de libre comercio en el Congreso, principalmente compuesta por los Republicanos, pero a veces dirigida por demócratas articulados y altamente comprometidos quienes estaban listos para enfrentar los ataques de los grupos de electores anti-comercio, en particular los sindicatos de obreros y los sectores que necesitaban o se beneficiaban de los límites de las importaciones. Uniéndose a un Congreso a favor del libre comercio existió una línea consistente de Presidentes a favor del libre comercio, quienes estaban dispuestos a presentarse con esos distritos electorales cuando las circunstancias los requirieran. Por supuesto, casi ninguno tenía una postura hacia el libre comercio "puro", por lo que periódicamente el Congreso y la Administración alcanzaban objetivos grandes y a largo plazo, realizando concesiones repugnantes y tolerables a corto plazo. Las "restricciones voluntarias" en materia del acero y los automóviles, algunas acciones de salvaguarda y los casos del GATT y la OMC son buenos ejemplos de estos movimientos.
Pero virtualmente todas estas situaciones tuvieron presentes dos factores significativos. Primero, los que estaban en favor del libre comercio en Capitol Hill y varios Presidentes defendieron fuerte, expresa y repetidamente los principios del libre mercado. Ellos evitaron el "lenguaje" de la acusación y de la confrontación. Segundo, ellos se encargaron de trabajar muy de cerca con los socios comerciales de los Estados Unidos para evitar hechos de confrontación. Por lo tanto, los Presidentes como Ford, Carter, Reagan y Bush (el padre), así como los líderes congresistas Tom Foley, Dan Rostenkowski, Sam Gibbons, Patrick Moynihan y Howard Baker, responsables por algunas de las no tan puras acciones comerciales listadas arriba, también obtuvieron una autoridad "vía rápida" para la negociación del comercio, iniciaran y terminaran las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y vetaran o detendrán cualquier tipo de iniciativas verdaderamente extremistas.
Mientras este modelo de amenazas, bajo compromiso, supervivencia e incluso de avance continuaba, los campeones del libre comercio y sus seguidores en la comunidad empresarial, así como los socios comerciales más importantes de Estados Unidos, dieron por hecho los resultados. El otro lado, atormentado por repetidas derrotas, se propuso darle la vuelta a su situación. Los sindicatos de obreros y las industrias como el acero, los textiles, de semiconductores y otros, ahora respaldados por grupos de interés públicos que exigían interés por el medio ambiente y el bienestar social, unieron sus fuerzas, mejorarón sus mensajes anti-comercio, y comenzaron a trabajar desde la raíz para elegir candidatos que podrían apoyar sus metas.
Entonces, ayudados por el Congreso y la Casa Blanca, tuvieron éxito al redefinir los temas comerciales y al romper la histórica coalición del libre comercio. En 1993, Bill Clinton, mientras profesaba estar a favor del libre comercio, estuvo peligrosamente cerca de perder el TLCAN. Él estuvo obligado a pedirles a los socios comerciales de los Estados Unidos que aceptaran cambios de último minuto en los acuerdos de la Ronda de Uruguay respecto al dumping y otros temas porque la resistencia del Congreso, amenazó con abandonar la Ronda a menos que las otras naciones capitularan. Se presentaron confrontaciones muy fuertes con Japón sobre autos, películas fotográficas y una docenas de otros temas. Las relaciones de Estados Unidos y la Unión Europea estuvieron marcadas con tensiones continuas sobre agricultura y acero. Incluso los temas sobre el TLCAN, el comercio con África y la nueva ayuda para el Caribe se desperdiciaron con importantes confrontaciones acerca de tomates, camiones y textiles. Los Estados Unidos y Canadá pelearon una y otra vez en materia de madera.
Sin embargo, no fue simplemente la existencia de las discusiones y los problemas los que destruyeron el consenso del libre comercio. Fue la manera en que se presentaron estás disputas. En lugar de ser tratadas y descritas como aberraciones en el compromiso total de los Estados Unidos para abrirse hacia el comercio, se convirtieron en la pieza central de las políticas económicas internacionales de los Estados Unidos. Una parcialidad creciente en el Congreso, Demócratas y Republicanos, bien representados en el liderazgo de la Cámara y el Senado, colocó al Presidente bajo una constante presión para "ponerse estrictos" en uno u otro asunto comercial. La Casa Blanca respondió tanto oral como en la acción de la confrontación. Las amenazas de sanciones comerciales, y en algunos casos las sanciones mismas, se convirtieron en el orden normal. La retórica fue antipática, brutal y corta.
Poco se ha dicho acerca de la necesidad de abrirse al comercio, los beneficios tanto las importaciones y las exportaciones para la economía de Estados Unidos, la responsabilidad del liderazgo de los Estados Unidos, o incluso de los hechos objetivos involucrados en una discusión en particular. Además, la comunidad empresarial de los Estados Unidos, preocupada con otras prioridades, frecuentemente se mantuvo en silencio para aconsejar la prudencia o para enfatizar lo positivo. El resultado fue previsible y evitable, el comercio se ha convertido en lo que los encuestadores llaman "el tema de entrada".
Aquellos que se oponen a la apertura comercial ahora tienen la ventaja, han convencido a muchos Americanos de que el comercio es malo y han eliminado o intimidado a los seguidores del libre comercio.
En ninguna otro asunto es más evidente que en la cuestión de una nueva Ronda de negociaciones comerciales multilaterales. En 1997, cuando el Presidente Clinton primero buscó una vía rápida en la autoridad negociadora para la preparación de la Reunión de la OMC en Seattle, USTR Mickey Kantor respondió a las fuerzas nacionalistas económicas y a los estándares ambientales en los nuevos acuerdos comerciales, y puso remedio comerciales como el dumping y las salvaguardas "fuera de la mesa". Las propuestas y el enfoque fueron confrontados y dividieron profundamente al Congreso y alinearon igual tanto a las naciones desarrolladas y a los países en desarrollo. Estas divisiones se agotaron en dos intentos fallidos por pasar la "vía rápida", un esfuerzo de Estados Unidos para imponer una agenda unilateral para el resto del mundo en Seattle y un desastroso revés para el libre comercio.
Desde Seattle, la situación no ha mejorado de manera significativa y en el 2001 podemos ver de nuevo los efectos de la transformación del comercio de un beneficio económico y de poder estratégico de Estados Unidos positivo y bipartita a un tema político y altamente controversial frecuentemente caracterizado como un asunto de "perder-perder" desde el punto de vista político. Irónicamente, el fracaso de Estados Unidos para comprometerse efectivamente con el resto del mundo respecto al comercio y la fortaleza de la oposición doméstica hacia ese compromiso ha tenido muy poco efecto en el ritmo de la globalización de las corporaciones multinacionales norteamericanas y extranjeras. En otras palabras, el comercio es más importante para los americanos que nunca antes, al mismo tiempo que se ha deteriorado la habilidad de EE.UU. para practicar una buena política comercial.
El esfuerzo actual para otorgarle autoridad al Presidente Bush para dirigir una nueva ronda de negociaciones multilaterales de comercio es otra oportunidad para restablecer el consenso acerca del comercio, pero hasta ahora se están delineado las líneas conocidas lo más profundo que nunca. Existen pláticas de compromiso, pero aún así el compromiso requiere de que la gente con responsabilidad en el gobierno y en las empresas estén dispuestos a desconcertar a los extremistas que están en contra del comercio. Deben insistir en la flexibilidad para diseñar una agenda creíble de negociación y comprometerse en palabra y en hechos a resultados que amplíen y profundicen el libre comercio. Si esto puede o va a suceder todavía es una pregunta abierta.
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La soberanía mexicana del Crédito: todavía el inversionista favorito
Por Jonathan Lemco
Por más de un año, el crédito mexicano ha tenido un desempeño superior en los mercados internacionales de deuda de capital. La elección del líder del PAN, Vicente Fox para la Presidencia, fue una razón importante para esto, ya que su elección fue una señal significativa de que la democracia pluripartidista, aunque inexperta, era posible en México. La era en que el liderazgo de un solo partido, así como de la corrupción penetrante podrían finalmente llegar a su fin. Era igualmente importante para los inversionistas que Fox estuviera a favor de los negocios, a favor del TLCAN, y fuera un prudente abogado fiscal. Por lo tanto, la historia política de México fue positiva este año, y los inversionistas fueron sensibles a esto. Aunque esto es sólo parte de la historia.
Desde la entrada en vigor del TLCAN, México se ha convertido gradualmente es una historia económica exitosa. México es el segundo socio comercial más grande de Estados Unidos, después de Canadá, y podría llegar a ser el primero dentro de unos 10 años. El libre comercio ha sido la bendición económica para México. También, un gran número de mexicanos cuenta ahora con la posibilidad de trabajar legalmente en los Estados Unidos y sus envíos de dinero hacia casa han ayudado a las economías locales. Los sectores privados y públicos mexicanos se han reformado substancialmente en la década pasada, y esto ha promovido el desarrollo económico. Pero México también ha sido extremadamente afortunado por su ubicación geográfica al compartir la frontera con la economía más dinámica del mundo, y esto ha producido tremendos beneficios.
Desde la perspectiva de los inversionistas en deudas, desde hace mucho tiempo México se ha desligado de los otros créditos Latinoamericanos, mucho más emproblemados. En realidad, los bonos mexicanos tuvieron las mejores actuaciones en el mundo entero el año pasado. Durante la reciente crisis de Argentina, el margen de la tasa de interés de México no se vio muy afectado. Los dos rangos de las agencias de crédito líder, Moody's y Standard & Poor, calificaron la soberanía del crédito mexicano como Baa3/BB+. Esto quiere decir que México está en un grado de calidad de inversión con el precedente y un grado de no inversión con el posterior. Pero S & P ha indicado que éste incrementará su rango para con México a un grado de inversión, ya que el Congreso Mexicano está evaluando una serie de medidas fiscales. Esperamos que esto suceda a principios del 2002. Cuando esto ocurra, los inversionistas esperan que el margen de la tasa de interés de México se estreche a futuro.
De hecho, el paquete de la reforma fiscal que ha esperado por largo tiempo, ha ganado una mayor urgencia en el ambiente económico actual. Dadas las necesidades desarrolladas en México y a su delgada base de impuestos, la transición hacia estas nuevas medidas impositivas mejorarán la entrada anual de impuestos que no provienen del petróleo, en el país.
Desde la transición del TLCAN hace 10 años, la economía mexicana se ha relacionado cada vez más con los Estados Unidos. Entonces no debería ser sorpresa el hecho de que si el crecimiento de los Estados Unidos se ha debilitado, el de México también. El Banco Central de México, reconoce que la economía ha crecido en menos de 1% año con año en el segundo trimestre y rectificó su pronostico del PIB del 2001 en menos del 2%. En contraste, la economía mexicana había crecido en un 7% en el año 2000. El desempleo está también en repunte. Sin embargo, la inflación permanece baja y el déficit de cuenta corriente debe ser sólo del 3% del PIB. La prudencia del gobierno en el manejo de la deuda también ha contribuido a un endeudamiento externo relativamente bajo. Además, el peso mexicano y los flujos de Inversión Extrajera Directa (IED) han permanecido fuertes a pesar del desorden financiero en Sudamérica. En conclusión, México permanece como un inversionista seguro refugiado entre la gran volatilidad en el sector de los mercados emergentes.
Esperando la política Latinoamericana
Por Georges A. Fauriol
Director, Americas Program
Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (Washington D.C.)
Washington, D.C. La atención de Washington al Hemisferio Occidental recibió un gran señalamiento en el inicio de la nueva administración de Bush. Esto fue alimentado por dos factores: la retórica previa de la campaña y las expectativas relacionadas acerca de que el liderazgo texano tuvo una buena relación con todos los asuntos hispánicos, así como el impresionante récord de actividad de la Casa Blanca en los primeros cuatro meses del año. Todos los signos apuntaron a la dirección correcta a medida que el nuevo Presidente se reunió previamente con casi todas sus contrapartes de la región (excepto, obviamente, Fidel Castro), muchos de ellos cara a cara, y asistió a la cumbre hemisférica en la ciudad de Québec a finales de abril de este año.
Sin embargo, los rumores señalan que las cosas no estaban muy bien después de que gran parte de esta actividad generó muy pocas cosas memorables. Desde entonces, los asuntos de Latinoamérica y el Caribe se han colocado en una lista selecta de prioridades ocasionales sin una estrategia general bien articulada. Claramente la atención está en otra parte a medida que la administración intenta colocar sus brazos políticos alrededor de las prioridades de políticas locales y se desvían hacia diversas emergencias sobre política extranjera. Un indicador de la cautela ambivalente de Washington ha sido su manejo de cinco temas de política hemisférica significativas y diferentes: Colombia, Haití, la crisis Argentina, comercio y las citas de los funcionarios de alto nivel de la administración.
El prolongado debate acerca de la ayuda de Estados Unidos para apoyar la guerra de Colombia en contra de las drogas y la estabilidad democrática, que se comprometió significativamente si se retrasaba hacia el fin del periodo de Clinton, ahora divide a la nueva administración. El pentágono está un tanto renuente a extender el compromiso, mientras que un enfoque más amplio acerca de alguna estrategia de narcóticos para la política de EE.UU. como un todo, espera una dirección política en Washington. El cambio del Plan Colombia de Clinton (actualmente el plan del gobierno de Pastrana) a la Iniciativa Andina de Bush es cuestión de grados y tácticas (con un carácter más regional) en lugar de una re-evaluación fundamental. "Mantener el curso" es el concepto gobernante mientras Washington observa a Bogotá entrar en su temporada de campaña presidencial a finales de octubre y hacia una transición incierta el próximo verano.
Haití fue objeto de unos pocos segundos de profunda atención durante el segundo debate de campaña entre Bush-Gore el otoño pasado. Gore se mantuvo comprensivamente a la defensiva y Bush presentó el mensaje más interesante: de hecho, el triste récord general de Haití no ofreció la base política para dejar sólo el despliegue del poder militar de EE.UU. de la cerrada casi personal actividad diplomática (como fue el caso a lo largo de los 90´s). Se tuvieron altas expectativas y temor en Puerto Príncipe acerca de que la nueva Casa Blanca sería un socio inolvidable. La política de EE.UU. se ha degradado y a delegado dramáticamente, pero también ha sido transferida hacia una diplomacia multilateral lidereada por la Organización de Estados Americanos. La situación sigue siendo complicada y cada vez más desesperante mientras un Washington en general desinteresado espera que las cosas no se salgan de control.
Las bases de la crisis financiera y económica de Argentina iniciaron antes de la administración de Bush, pero desde su principio fue muy evidente que la respuesta de Bush se formaría por consideraciones conceptuales más amplias. La oposición casi filosófica del Secretario del Tesoro de EE.UU., Paul O´Neills a los rescates financieros a gran escala y aún más hacia las economías que ya están en una crisis profunda, ha perseguido la respuesta de Washington y ha influenciado la reacción del Fondo Monetario Internacional. O´Neill incluso le ha conferido al liderazgo de Argentina la principal responsabilidad por crear sus propios problemas y ha reforzado consistentemente la doble visión de que el paciente debe someterse a una medicación fuerte y de que también existen otras prioridades que presionan tales como aislar la economía de Brasil del contagio de Argentina. El debate que sucederá ahora no solo es de quién tiene la respuesta económica correcta, sino también si Washington está dispuesto políticamente a permitir que Argentina se deteriore más y que posiblemente menoscabe las bases de las relaciones de EE.UU. y Latinoamérica.
Esto no es un debate abstracto entre tipos financieros, sino que se sostiene directamente en la habilidad de la administración de Bush para comprometer al Hemisferio Occidental en lo que lógicamente es el centro de la política estratégica para una Casa Blanca Republicana: lograr una área de libre comercio de las Américas para el 2005. Aquí, los intereses se traslapan con consideraciones políticas más amplias y la perspectiva a corto plazo es muy incierta para estar a gusto. Esto inicia con la formación de la coalición política en el Congreso para la Autoridad de la Promoción del Comercio. Sin él, la administración estará eventualmente incapacitada para lograr los resultados en muchos acuerdos bilaterales de comercio (en especial uno con Chile), dejar sólo el Acuerdo del Area de Libre Comercio de las Américas (FTAA Free Trade América Agreement) o los términos viables para iniciar las pláticas de la Organización Mundial del Comercio a finales de este otoño después de dos años de pausa después de Seattle.
Las expectativas de que el acuerdo FTAA sería de frente y central probablemente fueron engañosas y reforzadas por la retórica de la cumbre de la Ciudad de Québec en abril de este año. El único nombramiento político de alto nivel con experiencia en Latino América hasta el momento en esta administración, el representante de comercio de EE. UU. Robert Zoellick, ha estado muy de cerca alrededor de Capital Hill y de la región para identificar contactos débiles y posibles alianzas políticas, pero esto parece ser por momentos una campaña única. En la práctica, a menos que la Casa Blanca haga de esto una prioridad presidencial real e incorpore electores de alto poder (liderazgo empresarial de alto nivel, grupos comunitarios hispanos, consumidores, gobernadores de estados relacionados con el comercio, algunos medios de comunicación estratégicos), las probabilidades son de que toda esta área de política no verá la luz del día hasta principios del próximo año. Debido a que el 2002 es un año de elección de medio término, la ventana de oportunidad será breve.
Se están acrecentando las murmuraciones entre los electores afectados en la región y entre los simpatizantes de la administración en Washington acerca de que la Casa Blanca no está enfocada y está buscando una seria pérdida de oportunidad. Ya están acusando en silencio a la Casa Blanca de fracasar en la lectura correcta de los pleitos del Congreso sobre el tema de permitir a los transportistas mexicanos transitar en las carreteras de EE. UU. La administración fue rechazada en un asunto en el que el Presidente personalmente se arriesgó. Y aunque México se ha convertido en un punto destacado de la política, éste ha sido un región auto-impulsada en parte por la creativa contraparte mexicana del Sr. Bush, Vicente Fox. Es posible que la falta de atención también fuera la causa de una derrota de las Naciones Unidas esta primavera cuando Estados Unidos fue vetado por sus propios aliados y rechazó una comisión de derechos humanos relevante para su política respecto a Cuba. Algunos también están argumentando que mientras la Casa Blanca ha elogiado su compromiso con la energía y la seguridad nacional, no se ha dicho mucho acerca de su socio estratégico de energía, la difícil relación con Venezuela y el Presidente Chávez.
Este sentido de incertidumbre está reforzado por un debate respecto a los nombramientos. Sólo unos pocos individuos están involucrado, pero su ausencia afecta al liderazgo y el tono del compromiso de EE.UU. en la región. El chico del póster para las críticas de la Casa Blanca es el Embajador Otto Reich, considerado por muchos como un funcionario de política pública altamente experimentado y talentoso, cuyo aparente pecado es que estuvo asociado con un conflicto Centro Americano combatido por la administración de Reagan. (Por el bien de la transparencia, Reich también es un Asociado de Alto Nivel del CSIS, donde reside el autor de esta columna).
El verdadero reto para la administración es qué tanta dureza al entendimiento público quiere desplegar para presionar las nominaciones. Después de casi 9 meses de la inauguración Presidencial, esto es ahora un asunto meramente político. Mientras tanto, la política regional está en el limbo. Esto no corresponde con el genuino y amplio interés en los asuntos hemisféricos, que van uno tras otro, por el Presidente con el compromiso político activo para llegar a la diáspora Latina en Estados Unidos. Al final, George W. Bush es probablemente el mejor portavoz de esta política y el mundo latino puede ser el área de las relaciones exteriores de EE.UU. con más oportunidades. Pero muchos observadores están de acuerdo en que necesita a la gente para hacerlo realidad y esto puede ser en última instancia el tema más significativo del último trimestre del 2001.
Europa emergente: un ojo sobre Argentina, el otro en el lento crecimiento la UE.
Por Richard Casey, Consultor Honorario, Mercados Emergentes, KWR
Los países del este y del centro de Europa (EMEA Eastern and Central Europe) experimentaron una intensa, pero breve crisis de contagio por Argentina. En especial las monedas de Polonia, Hungría y Sudáfrica fueron severamente golpeadas. Estos mercados han estado atrayendo influjos de capital de corto plazo debido a altas tasas de interés nominales y a monedas fuertes. Los mercados de deuda de EMEA están ahora en la cuerda floja hacia ganancias positivas desde las liquidaciones inducidas de Argentina a principios de julio con ganancias especialmente fuertes para Ucrania. La elasticidad de EMEA hacia el contagio de Argentina debe continuar por las siguientes razones:
Rusia
La deuda y los valores Rusos entre los más fuertes protagonistas del año
Rusia ha pasado de casi ocasionar un derretimiento del mercado financiero global hace apenas 3 años para convertirse en una estrella este año. El subíndice EMBI+ de Rusia ha regresado un 26% durante el año hasta Agosto 7, a pesar de algunas recientes ventas relacionadas con Argentina. Igualmente impresionante es la ganancia del 30% anual al momento del índice del mercado de valores RTS durante un periodo de oscurantismo general en el desempeño del mercado de valores global.
Los mercados Rusos experimentaron una breve crisis de ventas como resultado de la crisis Argentina a principios de julio. El índice EMBI+ de Rusia abrió 142 puntos bases en los tres días. Sin embargo, rebotó rápidamente y ha recuperado todos los 18 puntos bases de esta apertura. Rusia debería ser relativamente inmune al contagio de Argentina dada su posición de balanza de pagos extremadamente fuerte. Sin embargo, Rusia fue y permanece vulnerable debido a factores técnicos. Los inversionistas han sobrecargado mucho a la deuda Rusa. Durante tiempos de crisis, los inversionistas tienden a reducir sus posiciones sobrecargadas, especialmente en créditos high beta como Rusia, para estar más cerca de la tasación del índice. La rápida recuperación de Rusia de las ventas de julio demuestra que aún hay inversionistas esperando a pagar la zambullida. Esto debe limitar la extensión y la duración de cualquier venta relacionada con Argentina.
La economía continúa en el punto dulce
El desempeño superior de los mercados financieros Rusos es un reflejo del fuerte desempeño de la economía en general, un avance constante en las reformas estructurales y unas posiciones fiscales y de balanza de pagos extremadamente confortable. En contraste con la mayoría de otras economías de mercado emergentes, en donde las proyecciones de crecimiento se han escalado gradualmente hacia abajo debido a la exposición a las economías desaceleradas de EE.UU. y de la UE. Rusia registró un crecimiento del PIB mayor al esperado del 5.4% en la primera mitad de este año. Las expectativas se dieron debido a un crecimiento más débil debido a precios más bajos del petróleo y una apreciación real continua del rublo. Sin embargo, la demanda doméstica ha estado apoyada por un fuerte incremento en los salarios reales, de más del 23% año tras año y de ganancias en los empleos. Con exportaciones de energía que representan más del 50% del total de las exportaciones, el alto precio del petróleo durante los últimos dos años ha resultado en una ganancia inesperada para la economía. La oleada de ahorros de exportaciones de energía se ha alimentado a través del resto de la economía a través de mayores ganancias, sueldos, inversión y consumo. La debilidad reciente de los precios del petróleo está parcialmente desplazada por los altos volúmenes, hasta un 6%, como consecuencia de una fuerte inversión en el sector energético.
Los pagos del 2003 para la deuda no deben ser problemáticos
La cuenta actual registró un superávit masivo de US$45 millardos, 18% del PIB, en el año 2000 y un 17.4% del PIB por los 12 meses que finalizó en el primer trimestre del 2001. Como resultado, las reservas de cambio extranjeras se han elevado constantemente hasta US$36.5 millardos. Las cuentas fiscales, que dependen mucho de los impuestos en el sector energético, terminaron la primera mitad del año 2001 con un superávit primario de 7.2% del PIB y un superávit general de 3.7% del PIB. Debido a las ganancias fiscales que otra vez se están comportando bien sobre el nivel del presupuesto de este año, la Tesorería ha acumulado más de US$10 millardos en el banco central. El gobierno ha declarado que estos fondos se separarán para asegurar su capacidad para cumplir con los pagos de la deuda en el 2002-2003. Por lo tanto, el impedimento en los pagos de la deuda a US$18.5 millardos en el año 2003 ya no parecen problemáticos. El gobierno muy probablemente será capaz de refinanciar alguna de sus deudas maduras en los mercados internacionales de capital, si así lo desea, dada su muy mejorada capacidad de pago. Rusia también está en buenos términos con el FMI, que está monitoreando el programa económico de los gobiernos.
El único inconveniente al enorme superávit en la cuenta corriente es que ha presionado los agregados de la oferta de dinero y la inflación. El banco central ha operado una tarifa de cambio fija desde principios del 2000. Esto le ha permitido acumular una gran cantidad de reservas. Sin embargo, también ha llevado a un rápido crecimiento de la base monetaria a pesar de una intervención esterilizada y un gran superávit fiscal. El impacto en la inflación se ha suavizado con un aumento en la demanda de dinero debido a un fuerte crecimiento del PIB y a la remonetización. Aún así, la inflación está sobre el 20% y está revirtiendo rápidamente las ganancias competitivas de la devaluación de 1998. Aún y cuando los precios del petróleo continúen debilitándose, el flujo reducido de capitales como resultado de la reforma de la agenda muy probablemente mantendrá los flujos de capital netos en un alto nivel. Aunque éste es un problema amable, la política de tarifas de cambio muy probablemente se convertirá en más que un tema en el futuro.
Reformas estructurales que ganan vigor
El avance en las reformas estructurales ha estado ganando ritmo este año. Esto es importante para Rusia para mantener su panorama positivo de créditos, especialmente si los precios del petróleo continúan debilitándose. Un lento paso de la reforma desde la disolución de la Unión Soviética es la razón por la que Rusia se ha retrasado respecto a todos los demás países en la región, excepto Ucrania, en el crecimiento del PIB. Aún después de fuertes ganancias en los últimos dos años, el PIB aún está un 40% por debajo de su nivel en 1989. La inversión ha aumentado pero permanece baja en un 18% del PIB mientras que la IDE es insignificante. La fuga de capital parece que se ha moderado, pero aún se calcula en US$5 millardos durante el último trimestre. Las reformas estructurales son vitales para mantener el capital doméstico en el país para financiar la inversión, así como para atraer inversión extranjera y la tecnología que llega con ella. Si Rusia falla en hacer esto, está destinada a convertirse en la Venezuela de EMEA con un sector no energético pequeño e ineficiente y grandes oscilaciones en la actividad económica basada en el precio del petróleo.
Las reformas que han sido implementadas, aprobadas o que están en proceso a través del Duma incluyen la reforma fiscal, la desregulación de la economía, derechos de propiedad, la reducción de transacciones de trueque, la reestructuración de monopolios naturales, la seguridad social, la banca y la reforma judicial.
La reforma fiscal ha sido la más importante hasta el momento e incluye aspectos que muchas personas en los EE.UU. quisieran que se implementaran. Una tarifa de impuestos sobre ingresos personales del 13% ha ayudado a aumentar la recolección impositiva en un 30% en el 2001. Una factura similar para reducir la tarifa de impuestos corporativos y eliminar las exenciones se introducirá en el 2002. Esto podría también aumentar las ganancias por impuestos a través de una menor evasión y estimular la inversión también. Una ley acerca de regularizar la propiedad privada de la tierra no agrícola debe aprobarse a finales de este año y también es considerada como vital para incentivar la inversión.
El creciente momentun en la reforma parece ser un factor muy importante en el reciente desempeño relativamente fuerte de Rusia versus Venezuela. La deuda Rusa ha sobredesempeñado profundamente la deuda venezolana desde que empezaron a debilitarse los precios del petróleo a principios de este año. A Venezuela se le ve como un juego puramente petrolero dada la crisis política y su falta de política económica coherente.
¿Por qué algunas compañías japonesas son vulnerables a las adquisiciones hostiles?
Arthur M. Mitchell, Coudert Brothers, Nueva York
La sabiduría popular dice que Japón rechaza las "adquisiciones hostiles" pero esto se trata del cambio. La razón es que las condiciones que hacen posibles esas transacciones en los Estados Unidos están empezando a emerger en Japón.
Desde los 1950´s, las compañías japonesas han buscado "estabilizar" (ej. invadir) la administración y fortalecer los lazos empresariales con socios estratégicos al comprar cada cual las acciones del otro. Esta tendencia aumentó en los 80´s pero ha estado bajo escrutinio últimamente a medida que las desventajas se han vuelto más aparentes. La Agencia de Servicios Financieros está activamente requiriendo que esas acciones, que se requiere que sean marcadas por el mercado, tengan el efecto de reducir sustancialmente las ganancias en valores para muchas compañías. En el pasado, cualquier compañía que enfrenta una oferta de "adquisiciones" (Take-over bids TOBS) pueda contar con los accionistas estables y los principales bancos para impedir el esfuerzo rechazando vender a cualquier precio. Este ya no es el caso.
Lo opuesto al declive en las cross-shareholdings es el incremento en la cantidad de acciones "de libre flotación" (ej. acciones listadas que son vendidas de hecho). Típicamente, las acciones de libre flotación las poseen inversionistas individuales, fondos de pensiones y fondos de inversión. Un reporte reciente de Nihon Keizai Shimbun indicó que en la actualidad los extranjeros son dueños de casi el 20% de las acciones vendidas en la Primera Sección del Mercado de Acciones de Tokio, por tanto aumentando el número de accionistas que enfatizarán las ganancias sobre los valores, la transparencia y la confiabilidad administrativa. Desde 1980´s, aproximadamente el 30% de las acciones enlistadas eran "de libre flotación". Ahora, el número está aumentando dramáticamente.
La explosión de la economía burbuja a principios de los 90´s destruyó la estructura fundamental del sistema financiero y económico japonés de la post-guerra. El recientemente electo Primer Ministro Koizumi ha prometido comenzar el trabajo de la limpieza real de la deuda mala en los libros de los bancos e instituciones financieras de Japón., pero esto solo presionará más a las compañías a vender sus activos no indispensables y a realizar recortes en las operaciones actuales. Las compañías en la industria de la construcción y el sector de ventas al menudeo se están consolidando mientras que las industrias automotrices y del acero están reestructurando sus sistemas financieros y administrativos. Los accionistas estables ya no pueden permitirse mantener acciones en las industrias improductivas. De acuerdo a un reporte del Instituto de Investigación Daiwa en abril del 2001, 619 de las aproximadamente 1,471 compañías en la lista de la Primera Sección del Mercado de Valores de Tokio tenía una participación.
Los procedimientos japoneses para conducir TOBS se establecieron en 1971. Aunque las reglas difieren a las aplicables en los Estados Unidos, la investigación conducida por el Instituto de Investigación NLI indica que las acciones de un total de 48 compañías en la lista y de 10 compañías que no están en la lista fueron adquiridas a través de TOBS en un periodo de diez años entre 1990 y 1999. Mientras que una gran cantidad de esos tratos fueron "amistosos" en el sentido de que, en efecto, fueron negociados entre los accionistas existentes, el adquiriente y la administración, el intento "hostil" más reciente y famoso, aunque al final fracasó en su intento por retirarle el control a la administración titular, involucró a dos compañías japonesas. También, en 1999, la firma Inglesa, Cable & Wireless, realizó una oferta exitosa por las acciones privadas de la Compañía IDC. De manera significativa, los accionistas aceptaron una oferta hostil de una compañía extranjera, más alta en precio y mejor estructurada en comparación con la oferta competitiva de Nippon Telephone & Telegraph. Además, muy pocas compañías están protegidas actualmente por prohibiciones reglamentadas.
Aunque casi nadie espera que las adquisiciones hostiles en Japón imitarán al mercado Americano en el control corporativo, parece inevitable que este fenómeno empiece a surgir como está empezando a suceder en Europa. Pero existirán algunas barreras. Por ejemplo, una Compañía de Adquisición de Valores nueva se ha establecido para comprar algunas de las cross-shareoldings de los principales bancos. Aunque todavía es muy pronto para decir, parece improbable que estas acciones sean vendidas en un mercado abierto, por tanto limitando de alguna manera la cantidad de las acciones de libre flotación. Sería interesante ver si la nueva compañía considerará la venta privada para los potenciales adquisidores hostiles.
Uno de los obstáculos más grandes será encontrar una forma de asegurar que la compañía deseada, una vez que sea adquirida, sea administrada adecuadamente. En los Estados Unidos, es relativamente fácil incorporar un nuevo equipo de administración para dirigir las operaciones de la recién adquirida compañía. Ya que el mercado de empleos en Japón aún está relativamente inmóvil, podría ser difícil encontrar gerentes japoneses que estén dispuestos a trabajar en la nueva compañía. Y aunque se encuentren a estos individuos, corren el riesgo de ser despreciados por el resto de los empleados, que pueden verlos como intrusos aunque sean compañeros japoneses. Pero la experiencia de Ripplewood al adquirir el Banco de Crédito Long-Term y GE Capital con Toho Insurance y otros, sugiere que no es una tarea imposible. También, el ejemplo de Carlos Gohsn como presidente extranjero de Nissan demuestra que los equipos conjuntos de administración japonesa/extranjera tienen la oportunidad de realizar cambios dramáticos en situaciones muy conflictivas..
En los Estados Unidos, los banqueros de inversión, abogados, contadores, y firmas de relaciones públicas con vasta experiencia en adquisiciones hostiles facilitan ese tipo de transacciones. Además, las cortes de justicia están bien preparadas para enfrentarse con los cuestionamientos que surgen con la ley corporativa y para hacer decisiones rápidas en el contexto de una solicitud de asistencia judicial en las acciones tomadas por una de las partes de la transacción o por terceros que buscan intervenir. Debido a la relativa carencia de negociaciones hostiles en Japón hasta el momento, los profesionales que podrían apoyar tendrán muy pocos precedentes en qué basarse y es improbable que el sistema de la corte Japonesa proporcione decisiones rápidas.
Para finalizar, ciertamente es improbable que la administración titular solamente enfrentará una adquisición hostil de manera superficial. Se debe anticipar que empezarán a "importar" algunas de las técnicas que se ha desarrollado en los EE.UU. Algunos mecanismos corporativos, conocidos como "repelentes de tiburones", que dificultan más las adquisiciones, pueden adoptarse fácilmente en las compañías japonesas. De hecho, el Código Comercial Japonés ya hace obligatorios muchos de estos mecanismos. Actualmente no es muy claro si las "píldoras de venero", que encarecen más las adquisiciones, pueden implementarse bajo la ley actual, pero los abogados probablemente encontrarán una salida.
El juego del béisbol fue inventado en América y se juega en Japón, pero de una manera un tanto distinta. En los próximos años, veremos cómo se juega el juego de las adquisiciones hostiles en Japón, tanto ofensiva como defensivamente. El medio ambiente es diferente ahora porque ya no se puede esperar que el gobierno japonés proteja a las firmas de las adquisiciones. Las barreras de cross-shareholding también están cayendo y la inversión extranjera es bienvenida como un catalizador de la recuperación económica.
Breves de los Mercados Emergentes
Por Scott B. Mac Donald and Andrew Novo
China - Caen las exportaciones hacia Estados Unidos: La fría naturaleza de la economía de los Estados Unidos está claramente azotando en Asia. Ya hemos visto dos casos en dos principales productores de TI (Tecnología de Información), Singapur y Taiwán. Ahora, parece que China está finalmente comenzado a sentir la desaceleración, aunque no la vemos cayendo en una recesión. A principios de Agosto, se reveló que las exportaciones de China hacia Estados Unidos, su mercado número 1, se habían reducido.
Los embarques hacia los Estados Unidos cayeron de 0.4% en Junio desde el año pasado a US$4.7 millardos.
Las exportaciones hacia Estados Unidos aumentaron un 6% en los primeros seis meses en US$25 millardos. Mientras que los números permanecen impresionantes, el superávit comercial de China con los Estados Unidos comenzó a reducirse.
En Junio se redujo un 6.9%, mientras que China espera mantener su superávit comercial con los Estados Unidos en el 2001, se espera que el tamaño actual del superávit se reduzca. Esto obviamente impactará el crecimiento de China. Consecuentemente, el Gobierno esta incrementando los gastos en caminos, carreteras y otros trabajos públicos para compensar la disminución de la demanda extranjera. Las tendencias del comercio Chino están siendo bien examinadas. Si el comercio vacila, incrementará la presión de China para devaluar, lo cual podría impactar negativamente en las economías del sudeste de Asia, como Corea y Japón.
Israel - Reseña de la economía FMI: Mientras que el FMI elogiaba a Israel debido a reformas económicas en años pasados, hoy se nota que le economía ha entrado en un período más difícil. Una Junta de Valoración Ejecutiva en el examen anual artículo 4 establece: " los problemas de seguridad desde finales de Septiembre del 2000, junto con el cambio global del boom de la alta tecnología en la cual han dependido enormemente, los condujo a una aguda contracción en el siguiente trimestre y a una actuación deslucida subsecuente". Viendo hacia el futuro, las fuertes recomendaciones del FMI de concentrarse en la estabilización macroeconómica, mientras se minimizan los costos económicos de la desaceleración actual y el reforzamiento de la fundación estructural para el crecimiento futuro.
El FMI ilustra que el crecimiento real del PIB de 6.2% en el 2000 no se podría repetir. Más bien el crecimiento real del PIB en el 2001, será de un 1.75%, "empujado por débiles exportaciones y capital fijo de inversión". La inflación deberá estar cerca del rango meta de 2.5 - 3.5%. Viendo hacia el 2002: "proveer que la situación de seguridad y la demanda global aumente, el crecimiento del próximo año podría elevarse en un 4 ó 5% reflejando el alto potencial de Israel.
Taiwán - descenso en S&P: la depresión en el mercado global electrónico (en particular los semiconductores), combinado con la incapacidad del gobierno del presidente Chen Shui-bian de solo establecer un paquete de políticas económicas para tratar con los deterioros fundamentales, ha causado que Standard & Poor haya descendido a Taiwan de la clasificación AA+ a AA. Esto pone a Taiwán a la par con Italia, Portugal y Bermudas. La previsión es negativa. El gobierno minorista de Chen, el cual ha terminado su KMT 51to año aferrado al poder en marzo del 2000, ha sido renuente a forzar a compañías endeudadas a declararse en bancarrota por miedo a conducir al desempleo. Al mismo tiempo, al amontonarse las deudas sin pagar está haciendo que los bancos tomen precauciones al extender créditos, seguido de un periodo de lento crecimiento debido al descenso de las exportaciones. Como S&P declaró: "El manejo de la economía por parte del Gobierno, no ha sido convincente durante un descenso peor del esperado. Probablemente los problemas del crédito prolongarían esta desaceleración e incrementarían el costo fiscal potencial". S&P también declaró que los préstamos incumplidos han aumentado en un estimado del 10% del PIB, un inquieto desarrollo, considerando que el gobierno está ahora más enfocado en las próximas elecciones parlamentarias que se llevarán a cabo a finales del 2001. Con un crecimiento real del PIB esperado en cerca de un 2% para este año, la posición de Taiwán puede descender aún mas si su déficit en el presupuesto se ensancha y los problemas del sistema bancario no son adecuadamente dirigidos.
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